Se basa en la prueba de espacio más que en la prueba de trabajo, pero al final no parece ser más ecológica que otras criptodivisas.
Al igual que el Bitcoin, las criptodivisas llevan varios años en racha. En 2021, los precios de la mayoría de las criptomonedas incluso han batido récords con -en el momento de escribir este artículo- un aumento de más del 1.800% en un año para Ethereum, una de las más populares. Algunos de ellos, como el Bitcoin, se están volviendo muy difíciles de minar. Incluso en el caso de Ethereum, se requiere una cantidad impresionante de potencia de cálculo para que la operación sea efectiva. El problema es que este tipo de potencia de cálculo afecta a la reputación de las criptomonedas, a las que se acusa de ser extremadamente ávidas de energía, por ejemplo.
El problema está directamente relacionado con el funcionamiento de estas criptomonedas como Bitcoin o Ethereum, que se basan -al menos de momento- en la prueba de trabajo. En otras palabras, la cadena de bloques debe contar con impresionantes granjas de computación que, obviamente, consumen electricidad. Para remediarlo, algunos han ideado otros métodos de funcionamiento, y en particular ha llegado la prueba de espacio: esta vez, la cadena de bloques -el instrumento que está en el corazón de cada criptografía- se basa en grandes cantidades de espacio de almacenamiento. Este es el caso, sobre todo, de la recién estrenada CHIA, pero está causando otros problemas.
La criptomoneda acaba de salir a bolsa y ya está llamando la atención, lo que ha provocado un aumento de la demanda de discos duros de gran capacidad y de las unidades SSD más duraderas. En China, en particular, algunos minoristas especializados han informado de la escasez de varios productos y hablan de un fuerte aumento de los precios, por lo que es de temer la escasez. Por supuesto, el riesgo de que se agoten las existencias ya es un problema, pero la CHIA plantea otras cuestiones... que socavan seriamente las credenciales ecológicas que algunos han querido darle.
En efecto, según TechPowerUp, que cita al chino Jiahe Jinwei, las granjas dedicadas a la minería de la criptomoneda CHIA están agotando los discos SSD a un ritmo acelerado: una unidad con una capacidad de almacenamiento de 256 GB apenas duraría más de 40 días en uso "normal" debido a las incesantes escrituras/reescrituras relacionadas con la minería. Esto se duplica y cuadruplica lógicamente cuando se recurre a unidades SSD de 512 GB o 1 TB. En consecuencia, la renovación de las unidades utilizadas en las granjas sería mucho más importante que para las granjas de tarjetas gráficas dedicadas a Ethereum... el desperdicio de recursos también. Sin embargo, algunos fabricantes han tomado cartas en el asunto y TeamGroup, por ejemplo, ha destacado el próximo lanzamiento del T-Create Expert, un SSD que se distingue por su excepcional resistencia: 12.000TB en escritura.
