Es una cifra asombrosa, pero TSMC acaba de anunciar una inversión masiva en el país del Tío Sam.
En 2020, en un intento de diversificar sus centros de producción, por entonces casi todos ubicados en Taiwán, la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (o TSMC) anunció una inversión ya descomunal de 12.000 millones de dólares para instalarse en Estados Unidos. La construcción de la planta ya ha concluido y la infraestructura, con sede en Arizona, está produciendo sus primeros chips. Sin embargo, TSMC no ha esperado mucho para seguir ampliando su presencia en Estados Unidos, con otros 65.000 millones de dólares invertidos en la creación de fábricas en Japón. Cifras impresionantes, pero nada que ver con lo que se acaba de anunciar.
C.C. Wei, CEO de TSMC (centro) y Donald Trump (derecha) © The White House
C.C. Wei, CEO de TSMC, viajó a Estados Unidos para anunciar, junto al presidente estadounidense Donald Trump, un esfuerzo sin precedentes, que Trump comentó: "Tenemos que ser capaces de fabricar los chips y semiconductores que necesitamos aquí mismo, en fábricas estadounidenses, con habilidades estadounidenses y gente estadounidense, y eso es exactamente lo que estamos haciendo ".
Es difícil saber si la inversión se iba a decidir de todos modos, o si las últimas decisiones de Donald Trump son la causa. En cualquier caso, Donald Trump está convencido de su impacto: "Si los chips se fabrican en Taiwán y se envían aquí, tendrán que pagar aranceles del 25%, 30%, 50% o la cifra que sea. Los aranceles no harán más que subir. Al hacerlo aquí, no hay aranceles ". Es cierto que la introducción de aranceles del 25% con Canadá y México, y del 10% con China, supuso un riesgo cierto para TSMC, que cada vez se ve más capaz de sortear estas barreras aduaneras produciendo directamente en su primer mercado.
