Lo menos que podemos decir es que Intel no se anduvo con rodeos.
Nos lo habían advertido. Desde hace varias semanas, Intel venía indicando que sus gamas de procesadores Lunar Lake (para portátiles) y Arrow Lake (para ordenadores de sobremesa) se enriquecerían con nuevos modelos. Los lanzamientos de algunos modelos en septiembre, octubre y noviembre no habrán sido más que un aperitivo para la empresa estadounidense, que, a pesar de las grandes dificultades financieras, tecnológicas y organizativas, sigue estando en condiciones de ofrecer gamas de procesadores para todos los mercados y todos los sectores.
Intel
En el CES de Las Vegas, que se celebró en Nevada del 7 al 10 de enero, Intel tiró de ingenio y anunció el lanzamiento inmediato o inminente de más de 40 procesadores. Como era de esperar, fueron los Arrow Lake-S -o Core Ultra 200S- los protagonistas de las presentaciones de Michelle Johnston Holthaus, Directora General interina de la empresa. Se presentaron nada menos que 12 nuevos modelos Arrow Lake-S, que ofrecen una alternativa a los modelos de gama alta Core Ultra 9 285K, Core Ultra 7 265K y Core Ultra 5 245K distribuidos en noviembre. Y lo que es más importante, junto a las referencias "no K" con coeficientes multiplicadores bloqueados, Intel ha lanzado versiones "T" que presentan un TDP especialmente bajo de 35 vatios: ¿sólo para subrayar la eficiencia energética de Arrow Lake?
Intel
Junto a estos 12 chips Core Ultra 200S, se presentaron los Core Ultra 200HX y Core Ultra 200H. El objetivo aquí es aumentar la gama ofreciendo ordenadores más asequibles que sigan siendo especialmente musculosos... al menos para los modelos equipados con el más potente de los nuevos procesadores, el Core Ultra 9 285HX, un monstruo con 24 núcleos. Estos modelos también destacan por su TDP relativamente bajo, aunque también existe una serie algo menos musculosa (Core Ultra 200H).
Intel
El mundo empresarial no ha sido olvidado, por supuesto, con los Core Ultra 200V Lunar Lakes. Intel ha presentado nueve modelos, desde el Core Ultra 5 226V hasta el Core Ultra 9 288V. Estos chips cuentan con una NPU especialmente potente (hasta 48 TFLOPS), pero prescinden de una solución gráfica integrada muy potente: hay que conformarse con una iGPU ARC 140V (Core Ultra 9 y Core Ultra 7), o incluso una ARC 130V (Core Ultra 5). Por otro lado, como exige la empresa, puede contar con la presencia de las funcionalidades vPro que, según Intel, deberían ayudar a mejorar la seguridad al tiempo que simplifican la gestión.
Por último, Intel ha aprovechado la ocasión para desvelar gamas aún más accesibles, modelos destinados a montar máquinas económicas y que han sido bautizados como Core Ultra 200U, Core 200H y Core 200U. Hay que tener en cuenta que no estamos hablando necesariamente de las últimas generaciones de chips Intel: en muchos casos, se trata de simples procesadores Raptor Lake Refresh, cuya tecnología se lanzó hace más de un año. El mensaje de Intel, sin embargo, es muy claro: aunque la compañía no está en su mejor momento, ¡no hay que enterrarla demasiado rápido!
