Intel es una empresa importante en el mundo de los semiconductores, pero incluso los colosos pueden resfriarse... aunque sólo sea para evitar una pulmonía.
Hace unos meses, Intel publicó sus resultados financieros correspondientes al segundo trimestre de su ejercicio 2024. Fue un trueno, confirmando lo que todos los analistas venían diciendo, con mayor o menor franqueza: Intel iba mal. En ese momento, la empresa decidió poner en marcha un importante plan de reestructuración y prescindir de 15.000 de sus empleados en todo el mundo. Nunca antes se había despedido a tantos empleados de Intel al mismo tiempo... bueno, al mismo tiempo, por así decirlo: el plan preveía salidas a lo largo de varios meses. Al mismo tiempo, se adoptaron diversas medidas para aliviar la presión a todos los niveles.
Resultados financieros de Intel en el tercer trimestre de 2024 © Intel
Desgraciadamente, estas diversas medidas no bastaron para frenar la espiral descendente en la que se encuentra el grupo. De hecho, el plan de despidos ha tenido mucho que ver con los resultados aún peores que Intel acaba de publicar para su tercer trimestre fiscal de 2024. En esta ocasión, la compañía ha registrado unas pérdidas de 16.600 millones de dólares, mientras que sus ingresos han sido de sólo 13.300 millones de dólares. Si se les responsabiliza en parte de estas pérdidas abismales, es porque estos 15.000 despidos no son gratuitos para Intel: son indemnizaciones. Pero no es la única razón: sólo la división de producción del grupo, Intel Foundry, es responsable de 5.800 millones de estas pérdidas. Se trata de una división que lleva años pasando apuros, y el doble lanzamiento de Lunar Lake y Arrow Lake no ha ayudado... y con razón: ¡las dos últimas arquitecturas del grupo son fabricadas casi en su totalidad por TSMC, no por Intel Foundry!
Intel también se vio obligada a admitir que su margen bruto también se había desplomado a sólo el 15%, el nivel más bajo jamás registrado por Intel, que sin embargo fue capaz de reportar ventas en línea con las expectativas e incluso cerca del máximo esperado a 13,3 mil millones de dólares, en comparación con un objetivo de 12,5 a 13,5 mil millones de dólares. Es más, Intel intenta demostrar que lo peor puede haber quedado atrás señalando que esta misma cifra de ventas debería aumentar durante el próximo trimestre (hasta situarse entre los 13.300 y los 14.300 millones de dólares), con un aumento del beneficio bruto hasta el 36,5%. Son todas las malas noticias que deseamos para el grupo americano.
