Se espera un aumento de la producción de obleas del 6,4% para el conjunto del año, que acaba de empezar.
Si todos los proyectos mencionados por los distintos actores fructifican según lo previsto, las fábricas de semiconductores deberían brotar por todo el mundo tecnológico, con un total de 42 nuevos proyectos de aquí a 2024. Esta impresionante cifra adquiere una dimensión aún más interesante si comparamos las cifras de puestas en marcha en 2022 y 2023. El año pasado sólo se pusieron en marcha 11 nuevas plantas, mientras que en 2022 se hablaba de 29 estructuras adicionales.
Por tanto, estas 42 nuevas centrales siguen siendo sólo una estimación, ya que las construcciones no están realmente en servicio, pero la previsión procede de SEMI, que cita la web TechPowerUp. Esta organización acaba de publicar su informe trimestral World Fab Forecast. Según SEMI, las principales aperturas se producirán en China, donde el gobierno está invirtiendo masivamente para impulsar el crecimiento del sector. El plan es poner en marcha 18 nuevas fábricas en 2024, lo que supone un aumento interanual de la capacidad de producción de alrededor del 12%. Ninguna otra región del mundo puede igualar el apetito de China, aunque se espera que Taiwán aumente su capacidad de producción en torno a un 4,2%, y Corea del Sur en un 5,4% aún mayor, aunque sólo se construirá una nueva fábrica, frente a las seis de Taiwán.
Vista artística de una fábrica de TSMC © TSMC
Corea del Sur parece centrarse más en ampliar y actualizar las líneas existentes. Este enfoque también difiere del de Japón, donde el crecimiento podría ser de hasta un 2%, a pesar de la apertura de cuatro fábricas. Se prevé que la quinta región productora, Estados Unidos, supere a todas las demás -a excepción de China- con un 6%, gracias a la apertura de seis nuevas fábricas. Por último, Europa intenta volver al ruedo, con siete nuevas fábricas y un aumento de la producción de entre el 3,6% y el 4% con respecto a 2023. En Europa, aún estamos lejos de las ambiciones de los dirigentes, que desean que la región produzca el 20% del total mundial de aquí a 2030. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la puesta en producción de las centrales de 2024 es la culminación de proyectos iniciados entre 2015 y 2020, ya que se necesita mucho tiempo para poner en marcha este tipo de programas. Además, las estructuras europeas mencionadas en los últimos meses por Intel y TSMC no entrarán en funcionamiento hasta 2027 como muy pronto.
Mientras tanto, la producción de obleas aumentará considerablemente a partir del año que viene. Las 42 nuevas fábricas serán responsables de un crecimiento estimado del 6,4%, hasta más de 30 millones de obleas al mes, tras un aumento ya enorme del 5,5% en 2023, para una producción verificada de 29,6 millones de obleas.
