Una característica planeada desde hace tiempo, pero aún reservada sólo para los probadores de la versión beta.
Lanzada en dos etapas el 12 y el 19 de noviembre, la PlayStation 5 es actualmente la consola de novena generación más vendida, con más de 10 millones de unidades ya vendidas por Sony, a pesar de la escasez que también sufre la compañía japonesa. Para garantizar el acceso más rápido posible a los juegos, la máquina se distribuye con una unidad de almacenamiento SSD NVMe interna capaz de ofrecer velocidades de unos 5,5 GB/s. El problema es que la capacidad es limitada y, por regla general, hay que conformarse con 825 GB, de los cuales sólo 667 GB son realmente accesibles. Esto es muy poco comparado con las exigencias de las mayores producciones del momento.
Lógicamente, Sony ha planeado sortear esta limitación y, en cuanto se lanzó la PlayStation 5, supimos que podría aceptar un segundo SSD. Sony ha creado un pequeño espacio donde se puede conectar otro módulo NVMe, pero por el momento, este acceso estaba bloqueado. Para que funcione es necesaria una actualización de software, que Sony acaba de poner en marcha, siempre que se forme parte del programa de pruebas beta de PlayStation 5. Si estás interesado, no es demasiado difícil: sólo tienes que seguir las instrucciones en la web oficial de Sony.
El fabricante aprovecha para recordar que la ranura SSD libre de la PlayStation 5 requiere una unidad de almacenamiento en formato M.2 del tipo 2230, 2242, 2280 o 22110. La SSD debe ser compatible con la interfaz PCI Express Gen4 x4 y ofrecer una capacidad de entre 250 GB y 4 TB. Además, Sony subraya que es preferible una solución con disipador de calor, pero especifica que deben respetarse ciertas dimensiones: la SSD debe medir menos de 110 x 25 x 11,25 milímetros incluyendo el disipador. Por supuesto, además del SSD NVMe, la PlayStation 5 también acepta dispositivos USB externos, pero estos serán mucho más lentos.
