Con los usuarios y los inversores mirando al futuro, Intel no puede permitirse el lujo de fallar.
A menos que vivas en una cueva, es imposible no haber oído hablar al menos de los problemas que atraviesa actualmente uno de los pesos pesados de la industria informática, el gigante Intel. Fundada en 1969 -una eternidad en este mundo-, Intel registró en el segundo trimestre sus peores resultados financieros de la historia y se ha tomado la decisión de despedir a 15.000 empleados de aquí a finales de año. Y lo que es aún más grave -salvo para los despedidos, claro-, el consejo de administración de Intel ha elaborado un plan de "salvamento" para que la empresa vuelva a ponerse en pie: venta de Altea, una de las últimas adquisiciones del grupo, aplazamiento de los planes para una planta en Alemania/Polonia y creación de una entidad semiautónoma para el departamento de producción, Intel Foudry.
Esta tensa situación abre el apetito - Qualcomm, pero también ARM, han manifestado su interés por una adquisición total o parcial - pero no detiene el rumbo de Intel: mientras que la arquitectura Lunar Lake para portátiles acaba de salir al mercado, la empresa americana prepara el lanzamiento de su nueva arquitectura para ordenadores de sobremesa, Arrow Lake. Oficialmente, las cosas aún no están del todo decididas, pero varias voces se han alzado para confirmar un calendario tan preciso como cercano.
Intel
En efecto, como resume VideoCardz, se habla de una presentación en tres etapas. El lunes 7 de octubre, Robert Hallock y Roger Chandler organizarán una conferencia privada (reservada a la prensa) en torno a los procesadores Arrow Lake y el chipset Z890. Tres días después, el jueves 10 de octubre, los procesadores y los chipsets se desvelarán al público, con la oportunidad para la prensa de revelar todo lo que han aprendido. Por último, el jueves 24 de octubre saldrán a la venta los procesadores Arrow Lake y las placas base de los fabricantes asociados de Intel. También será el 24 de octubre cuando los periodistas podrán publicar sus pruebas... y entonces sabremos si Arrow Lake dará o no un respiro a Intel.
