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¿Será la tecnología cada vez menos inclusiva? Una reflexión sobre el tema
La presencia de la tecnología en la vida cotidiana siempre se ha visto como algoútil y beneficioso.
Desde que nuestras vidas dependen de la tecnología, hemos aprendido a conectarnos a Internet, a hacer un pago en línea e incluso tenemos la posibilidad de obtener un diploma.
Sin embargo, la tecnología también tiene sus trampas, como ser un factor de división para determinadas categorías de personas y en determinadas situaciones.
De hecho, según el estudio realizado por ExpressVPN, 8 de cada 10 adultos afirman ayudar a sus padres con tareas digitales de diversa índole.
¿Un futuro menos inclusivo para la tecnología?
En las últimas tres décadas, la tecnología ha transformado radicalmente nuestras vidas, empujándonos hacia una integración masiva en el mundo digital. Mientras que muchas personas se han beneficiado de estos cambios, otras han quedado completamente aisladas; como consecuencia, también ha aumentado la conciencia de los límites que pueden crear ciertas tecnologías.
La llamada "brecha digital " -la diferencia entre quienes tienen acceso a Internet y conocimientos tecnológicos y quienes no- sigue siendo un problema crucial. Estudios publicados por institutos y empresas, como el que acabamos de mencionar, han revelado un fenómeno que es consecuencia directa de la brecha digital: la brecha de los mayores, es decir, la exclusión de la sociedad pública de las personas analfabetas.
La brecha digital: un reto persistente
La brecha digital ya no es una cuestión de acceso a la tecnología, sino que refleja las desigualdades económicas y sociales que caracterizan a la sociedad mundial. En Estados Unidos, por ejemplo, el Pew Research Center descubrió que casi el 43% de los hogares con ingresos inferiores a 30.000 dólares no dispone de conexión de banda ancha en casa, y alrededor del 27% de estas personas depende únicamente de su teléfono móvil para acceder a Internet.
La pandemia de COVID-19 ha amplificado aún más estas desigualdades, creando dificultades sobre todo a los hogares con ingresos bajos, que se han encontrado sin herramientas digitales adecuadas para el trabajo o la educación a distancia. Los hogares más acomodados, en cambio, han visto aumentar la adopción de servicios de Internet móvil y fijo, consolidando definitivamente su propensión al mundo digital.
Implicaciones sociales de la brecha tecnológica
Las implicaciones de la brecha digital son múltiples y pueden acarrear considerables perjuicios económicos,exclusión y atraso. De hecho, la exclusión digital limita las oportunidades en la educación, el empleo e incluso la vida social.
Según un estudio del Purdue Center for Regional Development, alrededor del 25% de las personas mayores de 65 años no poseenordenador, e incluso cuando lo tienen, a menudo carecen de acceso a Internet, lo que limita considerablemente su participación en la vida social y en los servicios en línea, incluidos los sanitarios y financieros.
Un futuro incierto: ¿tecnología inclusiva o excluyente?
Aunque se ha avanzado considerablemente en la reducción de la brecha digital, aún queda mucho por hacer para garantizar que nadie se quede atrás. Según Naciones Unidas, casi la mitad de la población mundial -3.700 millones de personas- sigue sin conexión, sobre todo en los países en desarrollo.
La inclusión digital requiere un compromiso global para garantizar que las nuevas tecnologías, comola inteligencia artificial y el blockchain, no amplíen la brecha, sino que se conviertan en herramientas para un acceso equitativo a las oportunidades económicas y sociales.
El riesgo es que, si no se gestiona adecuadamente, el futuro digital exacerbe las desigualdades existentes.