Los fabricantes de placas base tienden a superar las especificaciones de los procesadores Intel... y eso es muy malo para los usuarios.
En las últimas semanas, o incluso meses en el caso de los procesadores más antiguos, los usuarios se han quejado de fallos repetidos al utilizar procesadores Intel. Sin embargo, no se trata de procesadores cualquiera, y las configuraciones son también bastante específicas. Estamos hablando de los procesadores Core i9 de 13ª y 14ª generación de Intel, e incluso se trata de las versiones 'K', los procesadores más potentes de la marca. Además, a menudo hablamos de configuraciones basadas en el chipset Z790, que se encuentran entre los modelos de gama alta de los fabricantes de placas base.
ASUS
¿A qué se deben estos problemas? Al principio, era difícil de entender, pero poco a poco, la cuestión de la alimentación de los procesadores pasó a primer plano. Mientras que Intel publica las especificaciones técnicas de sus procesadores y las recomendaciones para su uso, los fabricantes de placas base a veces hacen las cosas un poco "a su manera". Aprovechando la calidad de fabricación de los chips Intel, fuerzan en mayor o menor medida la fuente de alimentación y la potencia enviada al procesador, yendo más allá de las recomendaciones de Intel. En muchos procesadores, esto funciona bastante bien, pero como estamos 'fuera de la caja', no es de extrañar que algunos chips no tomen bien este impulso y se estrellen miserablemente bajo cargas pesadas.
Gigabyte
¿Por qué los fabricantes de placas base van así más allá de las especificaciones de Intel? Al proporcionar más potencia al procesador y superar los límites de seguridad establecidos por Intel, los fabricantes de placas base pueden conseguir un rendimiento significativamente mayor. El resultado es una especie de huida hacia delante: para conseguir los mejores resultados en comparación con la competencia, los fabricantes de placas base van un paso más allá que los demás... y así sucesivamente.
Gigabyte
ASUS y luego Gigabyte fueron los primeros en dar la voz de alarma, obligados por las críticas cada vez más virulentas de algunos usuarios. Las dos empresas se han comprometido a reparar el daño publicando nuevas BIOS conformes a las especificaciones oficiales de Intel. Estas BIOS incorporan ajustes conocidos como Intel Baseline Profile, que evitan sobrecargas inoportunas y ponen fin a los cuelgues. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que estas BIOS no activan estos perfiles por defecto: una vez actualizada la BIOS, sigue siendo necesario activar el Intel Baseline Profile, pero sigue siendo un primer paso interesante.
