Por fin parece que AMD está resolviendo el problema de los monitores FreeSync que apenas son capaces de mostrar 60 Hz en juegos competitivos.
En muchas áreas, AMD está compitiendo con NVIDIA, pero -a menudo- con un ligero retraso. En algunos casos, esto es para mejor, ya que corrige algunas de las deficiencias del desarrollador de GeForce. En otros casos, sin embargo, da la impresión de llegar "después de la batalla". En el caso de la tecnología FreeSync, es un poco de ambas cosas. Diseñada para plantar cara a G-Sync de NVIDIA, FreeSync pretende garantizar una mayor coherencia entre las escenas renderizadas por la tarjeta gráfica y los resultados que muestra la pantalla. En concreto, el objetivo es garantizar que la velocidad de animación coincida con la frecuencia de refresco de la pantalla para evitar lo que se conoce como tearing, esas imágenes "rasgadas" especialmente antiestéticas.
BenQ fue uno de los primeros socios de AMD en FreeSync © AMD/BenQ
FreeSync tiene la ventaja de ser menos restrictivo y más abierto que G-Sync. De hecho, muchos fabricantes de monitores se apresuraron a ofrecer modelos FreeSync, sobre todo porque la tecnología funciona igual de bien en tarjetas Radeon y GeForce, mientras que, como suele ocurrir, NVIDIA sólo piensa en sus descubrimientos para sus propias tarjetas gráficas. Lanzado mucho después que G-Sync, FreeSync consiguió labrarse un buen éxito, pero no sin inconvenientes, ya que AMD demostró ser mucho más indulgente que NVIDIA: los monitores de mala calidad podían, por tanto, certificarse como FreeSync. En 2017, AMD empezó a corregir la situación ofreciendo FreeSync 2, pero fue sobre todo en 2020 cuando las cosas cambiaron con la adopción de tres niveles de certificación: FreeSync, FreeSync Premium y FreeSync Premium Pro.
Estos tres niveles son los mismos hoy en día, pero AMD ha decidido cambiarlos para subir de gama, para animar a los fabricantes de monitores a aumentar las especificaciones de sus modelos FreeSync. Para los monitores de menos de 3440 píxeles de ancho, la etiqueta FreeSync implica una frecuencia de actualización de al menos 144 Hz. En el segundo nivel, FreeSync Premium puede asociarse a pantallas de menos de 3440 píxeles de ancho, con una frecuencia de refresco de al menos 200 Hz. También puede aplicarse a pantallas de 3440 píxeles de ancho o más si su frecuencia de refresco es de al menos 120 Hz. Por último, la etiqueta FreeSync Premium Pro mantiene las especificaciones de FreeSync Premium pero añade el requisito HDR para mejorar los colores.
VideoCardz ha recopilado las nuevas especificaciones AMD FreeSync © VideoCardz
No se trata, pues, de una revolución, pero AMD parece tomar por fin conciencia del problema que supone para los jugadores comprarse un monitor FreeSync, pero con una frecuencia de refresco de solo 60 o 75 Hz: ¡no es precisamente una ganancia!
