Ethereum: se espera que el consumo de energía de la cadena de bloques se reduzca en un 99,95%

Escrito por Guillaume
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La transición de la prueba de trabajo a la prueba de participación debería revolucionar la blockchain de Ethereum.

Alabadas por unos, denostadas por otros, las criptodivisas no suelen dejar indiferente a nadie. Si algunos alaban su aspecto desvinculado del control de los bancos y los Estados, otros critican su falta de visión ecológica y su monstruoso consumo de energía. Hay que decir que las criptomonedas más destacadas -Bitcoin o Ethereum, por ejemplo- requieren ahora una potencia de cálculo colosal para ser viables. Esto es una consecuencia directa de su llamado modo de prueba de trabajo. En otras palabras, para minar estas monedas, pero también para validar la más mínima transacción, es necesario desplegar una cierta cantidad de potencia de cálculo, extraída aquí de los ASIC y allí de las GPU.

La idea de este modo de funcionamiento es poder validar el funcionamiento de la blockchain sin la intervención de un organismo central como un banco o un estado. El problema es que esta potencia de cálculo implica un consumo de energía considerable, que se dispara a medida que crece el interés por las criptomonedas. Si los valores esgrimidos por los partidarios o detractores de estas criptomonedas son siempre cuestionables, tengamos en cuenta algunos órdenes de magnitud: en abril de 2021, se estima que el consumo de electricidad vinculado al Bitcoin representaría más del 40% del consumo de un país como Austria, equivaldría al de un país como Nigeria (186 millones de habitantes) y 20 veces superior al de Malí. Ethereum, que es un poco menos popular, llevaría lógicamente a un consumo menor, pero lejos de ser ridículo.

Para remediar este problema, se han discutido varias soluciones y varias criptomonedas emplean sistemas de "validación" alternativos. Ya se ha mencionado a CHIA y su prueba de espacio, que sólo parece desplazar el problema al requerir grandes cantidades de discos duros / SSD. No, la solución que parece más prometedora es la llamada prueba de participación. En este contexto, la validación de bloques adicionales de la cadena de bloques puede realizarse mediante la demostración por parte de los usuarios de la posesión de una determinada cantidad de criptomoneda que se considera su "participación" en la criptomoneda en cuestión.

En diciembre de 2020, Ethereum fue la primera "gran" moneda en iniciar su transición a la prueba de participación para hacer frente a las críticas sobre su consumo de energía. Carl Beekhuizen, investigador de la Fundación Ethereum, ha publicado en el blog oficial de la fundación un trabajo que mide el impacto de esta transición. Ethereum 2.0 y su prueba de participación deberían permitir una reducción del consumo de electricidad del 99,95%. Mientras que la prueba de trabajo consume, para validar una sola transacción, tanto como una casa durante 2,8 días, la prueba de participación reduce este consumo al de una simple televisión encendida durante 20 minutos. Carl Beekhuizen estima que el consumo de Ethereum en prueba de participación sería unas 2.000 veces menor que el de Ethereum en prueba de trabajo. Se trata de una transición importante para Ethereum, pero que no se completará hasta dentro de unos meses.