El desarrollo de Windows 10X es un auténtico culebrón desde hace casi dos años, y parece que tendrá un desenlace inesperado.
Originalmente, Windows 10X fue concebido como una versión de Windows 10 para máquinas con dos pantallas, como la Surface Neo, un prototipo de tableta que Microsoft parece haber abandonado. Ante los problemas de diseño encontrados en la Surface Neo, el editor decidió rápidamente que sería mejor ampliar la base potencial de Windows 10X. Así, ya en octubre de 2019, Microsoft especificó que su futuro sistema operativo también afectará a los portátiles equipados con una sola pantalla.
Este giro es sólo el primero de una larga lista de contratiempos y otros problemas relacionados con un sistema operativo cuya ambición exacta es difícil de ver. A finales de 2020, tras anunciar que Windows 10X saldría finalmente en versión monopantalla, Microsoft recalcó que el sistema operativo estaba prácticamente terminado y que debería salir en la primavera de 2021. Técnicamente, aún sería posible, pero la compañía de Redmond ya ha recalcado que Windows 10X no llegará hasta el próximo año... en el mejor de los casos. "En el mejor de los casos" porque en realidad, varias fuentes coinciden en que Microsoft nunca lanzará Windows 10X.
En Petri.com, Brad Sams explica que Microsoft ha decidido un retraso "indefinido" del sistema operativo. La razón no es descabellada: a pesar de años de trabajo, los ingenieros del editor no han dado con una versión viable del sistema operativo. Además, Microsoft cree que hoy en día "el momento y las condiciones del mercado " no permiten considerar con serenidad el lanzamiento de Windows 10X. Por último, hay que recordar que si Windows 10X era una versión para portátiles y tabletas del sistema operativo modular Windows Core OS, su cancelación no pone en duda el proyecto Core OS en su conjunto. También podemos esperar que Microsoft nos diga más en el evento de Windows que se celebrará en junio.
